Hola Dios; ¿Cómo estás?…¿Cuánto hace que no hablamos,no?. ¿Qué cosa curiosa, viste?. Yo, comunicándome con el más grande. ¿Sabías que a mi me llaman igual, no?... Te quería contar que Mitre está pasando tiempos difíciles. Que noto que más allá del amor que todos expresan, la gente está impaciente, preocupada porque sabe, pero cuesta aceptar que la “canasta” se haya quedado vacía. Y tenia que pedirte mis deseos, para que no cargues cosas en vano y, si podes, la llenés de lo esencial y más liviano.
Y como es hora de tomar de decisiones. ¿Qué tal si nos ayudás con un poco de luz y claridad?
¿Sabés, necesitamos más esperanzas porque el frasquito se está vaciando? Y la imaginación también está escaseando por estos rumbos, Dios. Danos una mano. Igual que a todos los hinchas del "Celeste", enséñanos a estar más juntos.
Por eso quería comunicarme con vos Dios. Para que en la canasta no pongas ni un poquito de “dependencia”, y cero “berrinches” que son cosas que no nos han ayudado. Queremos bolsas grandes de madurez, rellenas de prudencia y de tolerancia.
¿Sabés, Dios lo difícil que es ser también hincha “raso”, hincha del tablón? Ése que no esta atado a nombres ni partidismos. El que quiere dar al César lo que es del César y criticar imparcialmente. Ése será tildado de oficialista, opositor o timorato por los que sí tienen posición tomada, por los que siguen a un hombre o a una corriente, perdiendo a veces el único horizonte: el bien del Club Mitre por sobre todo.
Te pido Dios, que si vas a comprar para la “canasta” anotes esta lista. Un tacho de basura para tirar todo lo que nos hace daño. Ya que es hora de sumar y no de restar. Necesitamos aunar voluntades, apartar sectarismos y actuar con tolerancia, apertura mental, honestidad intelectual y respeto por el otro. Porque en definitiva, la división fortalece a las facciones, y sólo debilita a nuestro amado MITRE. ¡Basta Dios!..De viudas de tal o cual…seamos amantes de MITRE. Y también unas zanahorias, para no dejar pasar las oportunidades sin verlas. Diskettes para archivar las intrigas palaciegas malsanas. ¡Sabes… Dios…no queremos más que los oportunistas hagan su tarea!. Queremos que nos enseñes a leer entre líneas para discriminar entre hinchas apasionados y agoreros interesados. Que las instituciones están por encima de los hombres. Y que los gozos jamás deberán volver a ser empobrecidos por las sombras. Para eso te pido una paleta de pintura, para la vida que queremos. Y que el fin último debe ser devolver a nuestra querida institución al lugar más alto del deporte. Renueva, entonces nuestra imaginación, pero que no sea tan alta para no empacharnos. Porque de nuestras lágrimas y suspiros se alimenta nuestro "corazón celeste". Ese corazón que late al ritmo de nuestro equipo y sufre las desventuras y el dolor de ya no ser. Pero para ello, mándame fuerza y seguridad en nosotros mismos. Curitas para el corazón que no se cansa de cantar:..."aunque ganes o pierdas", para dejar sentada su incondicionalidad. Pero que añora los tiempos del triunfo épico del MITRE que fue. Por eso no me quiero olvidar de gotitas de voluntad y empeño y tres o cuatro toneladas de más pasión.
Ya sabemos que a nada nos conducen los insultos y las desvalorizaciones. Basta de divisiones y egoísmos. Se aceptan críticas constructivas, con cuestionamientos objetivos.
Y si perdemos el rumbo, urgente mandá una brújula para retomar el camino correcto y el reencuentro de propuestas con "buena leche". Y con el acostumbrado aguante en las tribunas. Son las únicas herramientas de las que el hincha dispone para forjar el nuevo destino de MITRE. Es difícil Dios…¿no?. Pero si nos perdemos la oportunidad de crecer escuchando al otro y respetando la diversidad de opinión, terminamos mirándonos el ombligo. Y así nos va. No hay dueños de la verdad. Y mucho menos los periodistas, que son hinchas con derecho a publicar. Para ello, para que nadie se suba al estrado mandanos también dos piedras grandes para atar a nuestros pies y tenerlos sobre la tierra. Sin erigirnos en opinadores de lo absoluto, sin matices.Porque, en definitiva, sólo somos rehenes de un amor sin límites.
Ah…y por si era poco Dios, sí o sí... una bolsa enorme de sonrisas, tan gigante como nuestra gloriosa hinchada.
¡Hey…Gracias Dios por atenderme!. …Saludos, amigo…. ¿Te dije que era MITRE, no?. Espero tus señales. ¿Ok?