Un poco de historia...

UN POCO DE NUESTRA HISTORIA...

El Club Atlético Bartolomé Mitre vió la luz el 14 de Febrero de 1951 para constituirse en el club del barrio del mismo nombre, antes llamado Central Argentino, a la vera del Ferrocarril de igual denominación.
Este populoso y antiguo barrio de Las Varillas creció en realidad como un pueblo aparte, fundado por el Ingeniero Ravenet, y recién en 1925 se unifica formalmente con su vecino "Varillas" por gestión municipal, aún cuando en la practica siempre estuvieron unidos.
De todos modos conservó desde su inicio características propias que le dieron una identidad que ninguna zona del pueblo tiene.
Queda para otros el escribir la historia del que, con justicia, podemos llamar el pueblo Ravenet. Pero no podemos sino recordar la noche en que se reunieron: Ernesto Bueloni, Eliseo Acosta, Atilio Forno, Juvenal Gaspoz, Primo Moriconi, Ignacio Gesponer, José Damiani, Oscar Giraudo, Cesáreo Torigiani, Roque Ludueña, Alberto Follonier, Octavio Severini, José Parucci, Romualdo Forno, Alcides Villafaña, Waldo Astegiano, José García, Antonio Gonzáles y Porfidio Navarro, para tomar la decisión de fundar el club.
Eligen este nombre por ser el del ferrocarril y por colores los de la bandera nacional, habiendo estado la primera comisión directiva conformada por: Presidente, Eliseo Acosta; Vicepresidente, Romualdo Forno; Secretario, Ernesto Bueloni; Prosecretario, Ignacio Gesponer; Tesorero, Primo Moriconi; Protesorero, José García; Vocales: Waldo Astegiano, José Damiani, Oscar Giraudo y Cesáreo Torigiani; Revisores de Actas: Porfidio Navarro y José Parucci.
Si bien fue un club para practicar fútbol, al poco tiempo se convierte también en el centro de variadas iniciativas y de entretenimiento para esta barrida. Asi comienzan los bailes que con el tiempo se hicieran populares y famosos y que al comienzo, antes de concretar la sede propia, se realizaban en el frontón de la Sociedad española, que hoy ya no existe.
El equipo de primera división debutó en la vecina localidad de Calchín el 8 de abril de 1951, imponiéndose por 3 a 1 y alineando a: Antonio Gonzáles, Octavio Severini y Juvenal Gazpos; Sarmiento, Oviedo y acevedo; Nóbrega, Balduzzi, Follonier, Villafaña y Darriba.
Desde entonces el Club Mitre se ha convertido en un importante factor de unión para ese barrio y ha mantenido una trayectoria deportiva y social importantes y de verdadera transcendencia.
En poco tiempo vieron colmadas sus aspiraciones al inaugurar su sede social propia, frente a la plaza 25 de Mayo, en el corazón mismo del barrio y donde se realizan diferentes eventos deportivos y sociales, de entre los que se destacan las veladas bailables, con el inconfundible estilo de los populares cuartetos.
El Club, desde su fundación ha sido una institución al servicio del deporte y ha participado asiduamente en los campeonatos de fútbol regionales, provinciales y nacionales (Infantil, Tercera y Primera División, y Seniors), logrando interesantes clasificaciones.


Galeria de Imagenes

14 de diciembre de 2010

Remodelaciones en la cancha

El grupo de apoyo del futbol de nuestro club, coordinado por Edgar Maidana está llevando a cabo la reconstrucción total de la cancha principal de futbol. Para ello se  aró toda la cancha, se le incorporó arena y se está preparando para que el próximo viernes se siembre con un pasto especial donado por el Ing. Agrónomo  Adrián  Vaira.
Para mejorar el predio se plantaron árboles en las inmediaciones de la cancha principal y se tiró abajo un tapial para ampliar el sector de canchas auxiliares donde se desarrollarán los entrenamientos. Se tiene previsto también ponerle cerámicos al sector de baños y de buffet, gracias a la donación realizada por la Cooperativa de Energía Eléctrica de la ciudad de Las Varillas.
Todas las remodelaciones serán inauguradas en el mes de marzo con una fiesta los amigos y simpatizantes del Club.
A continuación imágenes de la obra:

 

10 de noviembre de 2010

Corazones Valientes..


Si por un día pudiera ser Julio César, Enrique V o William Wallace (el "escocés valiente" que hasta pintó su cara con nuestros amados colores), tres especialistas en arengar a sus tropas y desde el estado de mayor convalecencia, despertar su amor propio para ganar batallas dadas por perdidas. Pero no, la realidad me indica que soy un simple habitante de la hinchada, que esta atrás del alambrado y que hay tareas más difíciles que ganar la Guerra de las Galias, convertirse en regente de la corona de Francia o librarse del yugo de Inglaterra. Y esa tarea es levantarle el ánimo a este equipo, que nunca demuestra haber bajado los brazos, pero las cosas del fútbol hacen que ésto parezca.
Estamos nosotros. Que estamos con mucha rabia, pero que las dudas de amor nos pueden durar segundos, minutos, horas. Vos y yo. Nosotros. Que vamos a esperar al equipo sin desesperar, porque  antes que él, estamos nosotros.
Que  elegimos morir "amándote". Y que ya estamos jugando el Apertura 2011.
Que si se apaga nuestra voz, solo se irá apagando junto al eco de los bombos, como última señal de exhalación, ese hilo de aire que quedará arremolinado en renovados intentos.
Por eso este amor con rabia, hoy nos empuja a gritar al viento: ¡Aguante Mitre, carajo!
Que se haga alma colectiva, rápida, de nuevo. Porque ni vos, ni yo, ni todos los que le ponemos el pecho a Mitre vamos a claudicar un centímetro más de  desaliento. 
Vos justamente, que toda la vida  sin pedir nada a cambio, lo entregaste todo, no te guardaste nada. Pintaste el Parque Almafuerte o Álvarez Luque de Celeste, como Quinquela jamás lo hubiera soñado.
Y fuiste uno de los tantos locos que nos enseñaron:
"Como se puede amar igual después de casi 60 años".
Vos que siempre a “pulmón” te la pasas pagando la entrada y llenando cualquier cancha,
no llenándola únicamente en "buenas rachas". A usted, que se bancó del 86 al 2007 el no poder ir a ver al club de tus amores por no tenia 1ª división. A todos los que nos desangramos en esta "vida infame" de comienzos de los ’50 porque no podemos gritar "DALE CAMPEÓN".
Por eso, ¿qué más te puedo pedir? Ya es hora de recibir algo y andamos con esta rabia.
Y si el corazón se siente en fuga, solo nos queda sacar la rabia. Que no se nos pudra adentro. Entendiendo que la rabia es hija de la desilusión, pero que después, inexorablemente, volverá la alegría. Deja que la rabia venga, que nos reencuentre a todos unidos. Para  cortar la "pesadilla circular" y convertir la bronca en el canto que no cesa. Para devolvernos ese cacho de sol, ese rezo pagano de alentarte y  danzar bajo la lluvia si es necesario. Para descubrirnos en la foto del baldío que todos llevamos en el alma. Vení a vomitar la rabia sin que nos roben la fiesta.
Que la rabia-grito vuelva a ser aliento.
Que la rabia vigilante se la lleve el viento.
Que la rabia entre nosotros sea hacia ellos.
Que la rabia política interna nos deje ver el bosque.
Que la rabia-coño- es paciencia y es guerra… de sueños, de renacimientos.
Que la rabia es también vocación transformadora.
Que la rabia nos acomode el alma… y también los huesos, y del espacio hueco, desde bien adentro resucité entero. Que aunque ayer estuve tan muerto, hoy menos… y el 2011 brillante de nuevo vengo y entrego. Mi voz enjaulada, vuelta a ser aliento. Anudada en lazos entre las banderas, y el tambor del alma clamando revancha.
Quisiera dar mi última señal de rabia-aliento. Sin un invento de "barra brava" que te sigue a todas partes. Sin NO llenar la cancha cuando hace frio. Sin pirotecnia, de fiesta contratada. Prefiero morir mañana, porque hoy ya tengo otros planes para mi inconsciencia. Voy a seguir desde el tablón: para que no decaiga "el derecho al delirio". Ni nos venza el tiempo. Porque si  hay un acto criminal, ese es resignarse a la desesperanza.
Amo esta isla, llena de "multitudinarias soledades" y "desencuentros". Que puja por ser continente. Por este amor "Inmenso". Por ese “pacto para vivir”. Por todo esto.
Me encantaría ser César, Enrique V o William Wallace, pero yo soy de los de atrás del alambre y por ahora codo a codo con vos, todavía me la banco. Por suerte, somos cientos de "Corazones Valientes". Hoy y siempre, todos con la "Celeste" puesta.
Somos este ejército... que hoy se levantó cantando "¿Quién dijo que todo está perdido?". No ven esa marea celeste "viniendo a ofrecer su corazón".

13 de octubre de 2010

¡Quien quiere ver que vea!


Las tardecitas del Central Argentino  empiezan a tener ese que se yo ¿viste?. Juega el Mitre de Vega. Salgo de casa, como siempre, apurado y paso a buscar a mis “bajitos”. Todavía con el guardapolvo arrugado en cada mano, se suben a esta ilusión supersport. Queremos ver si entre tanto penúltimo linyera y polizonte en el viaje a Venus logramos intentar la trágica locura total de revivir a Mitre. Parece que solo yo lo creo, pero no. En todo este tiempo ya somos muchos con las rayas celestes pintadas en la piel y esas tres "G": las de Ganar, Gustar y Golear, impresas a fuego en nuestro corazón. Dejamos el auto tirado en cualquier esquina, los maniquíes nos guiñan, los semáforos nos dan tres luces celestes y todos con una banderita de taxi libre en cada mano, nos trepamos al sueño de volver a sonreir.
Yo se que estoy piantao, piantao, pero ese Garay, loco lindo que se yo…De repente vuelve a ser el Diego de antes y despliega su magia como nunca antes. Y nos mira a todos, y saluda con los brazos en alto todo el tiempo, agradecido, porque otra vez se siente gorrión. Parece decirnos: “a vos te vi tan triste; vení, volá, sentí el loco berretín que tengo para vos”. Y los demás se le acoplan, y tiran tacos y enganches como en las inferiores. Y el Leo que corre por las cornisas con una golondrina por motor. De pronto, se vuelve wing que pisa el área para convertir. Pero sí además un tal Carena o Vera hacen un surco por la derecha y se devoran cuanto rival se le cruce en el camino, y Battán parece el central que falta en la lista de Batista (disculpen la exajeración), y el Javi recupera la memoria de aquel que pasó por las inferiores del celeste, y Pepino va y va, pisa el área, mete un tiro combado en el palo y un centro gol después, para que el Hernán, que cuando entra es capaz de matar un pelotazo copiando la delicada inercia del pétalo que vuela rendido a sus pies. Allí, en la puerta del área donde reina su empeine derecho entregándolo al abismo del escote del arco rival. Entonces, todo explota.
Hay una comunión colectiva en ese festejo especial del Hernán, la gente vibra, como hace años no lo hacía. Hay una energía en el ambiente que contagia. Una mística errante que quiere volver, de locos que inventaron el amor por el juego, por lo lúdico, por el toque. La que hace dudar a Maní sobre su retiro. Esa que amaga anochecer en su porteña soledad cada tanto, sin querer ver que el equipo abreva del sudor que él riega. Y si encima el Pato muestra destellos de calidad, es que hay un coro de astronautas y niños con un vals, bailándole alrededor para que sintonice. Y si lo poco que hay para reprochar es alguna salida en falso de Keteke, que después tuvo su revancha en los demás partidos (donde la rompió), me atrevo a una conclusión:
Si todo esto no es una distorsión óptica, si todos esos “oooles” se quieren prolongar, si esa sensación de que estamos comenzando a ver un Mitre diferente no es producto de mi ilusión y este delirio, es que alguien llegó con un poema y un trombón a desvelarnos el corazón.

Ya sé…la gente nos aplaude, y quieren convencernos que “la historia la escriben los que ganan”, nos subestiman. ¡Quién quiera ver que vea!. Esta historia tiene otra trama. No es la única, ni la verdadera, ni la mejor… ES LA NUESTRA.
La de la emoción, la estética y el futbol “arte” como escuela, empieza a provocar campanarios con su risa. Un Don Juan (Vega), 11 soldados y una niña (la pelota) nos dan ese contagio bailador. “Te alentaré desde el tablón, te quiero ver salir campeón...”. Mis bajitos enloquecen. Yo también. Quereme así piantao, piantao, no ves que va la luna rodando por Callao.


6 de octubre de 2010

La danza de los Pájaros


Esos pichones como Marti, el Liti Vera, o el mismo Pato Follonier que mañana serán los abanderados del vuelo de una extraña generación de pájaros que nació entre los rastrojos de un bosque incendiado.
Entre los pájaros esta Batán, la “imponente” presencia de Maní y toda la seguridad que representa el Javi defendiendo nuestro jaulón. Que revoloteen los pájaros, que se abra, buscando esa sincronicidad tan anhelada entre ataque y defensa que persigue el DT. Que sea fiesta dominguera en calidad y emociones y en homenaje a todos los varillenses que llegarán.
Toda crisis tiene  su contracrisis, anticuerpos invisibles, de un caos interno que no permitió ver que entre las malezas había criadores de aves exóticas.  Es que entre la oscuridad y el frío hubo quienes supieron resguardar los huevos y las crías que son estos chicos que ya planean,  dibujan, misteriosos arabescos en el aire y llevan su música al campo de juego. ¡Qué salgan cada Domingo a revolotear, para confirmarnos que estamos vivos, que ellos son los que nos devolvieron el ADN de lo que se creía únicamente un Parque Jurásico!.
Hay una generación de gorriones que vienen apareciendo en bandada. Que se rebelen. Que abandonen decididos el nido. Como si fueran aviones alineados para ametrallar con talento a equipo que se cruce. Que jueguen que puedan ser lo que su naturaleza y su esencia les pide. Ser pájaros libres y no rehenes de mezquindades e ingratitudes, de disputas de pertenencia. Ni que estén el medio de las facturas del antes, del ayer,o del ahora. En ellos está el presente y los divorcios traumáticos entre padres suelen ser fatídicos en el futuro. Por eso ,entendamos, de una vez por todas, que nadie se sienta su dueño.
¡Que se escuché bien fuerte, que llega Mitre a la cancha a robarle las ramitas a los pinos, a elevar su trino, a pisar sus hojas y a  dejar señales indelebles que hay mucha reserva de talento  como para seguir creyendo. Allí están los Mateo Juan, German Sarmiento, Santi Rossi, Roberto Aguero,  Jorgito, Fede Mainero, Gringuin, Loco Zarate, Caste o Tanque, o los que vienen muchos más atrás, los Pablito Rodriguez, Mati Borgiattino, Milton Mercol, Ema Cavagnero (que ya debutó en reserva con solo 14 años) y muchos mas. Muchos seleccionados y otros pequeñitos cracks, pertenecen a una raza de pájaros única, sutil, infinita, e interminable.  Abramos sus jaulas para que floten confundidas entre papelitos sus alitas de monja y su pecho color celeste. En el mismo instante en  que la tarde  hable con el “Mitre mi buen amigo….”
Como siempre pasó y seguirá ocuriendo. Y para que el vuelo siga en ascenso,  como esta  ilusión que nos enciende el pecho, tanto hoy como  en los tiempos más aciagos. Para que quede definitivamente claro que siempre en Mitre hay alguién que entiende que “creer es crear”. Y que de todas formas los ciclos se cumplen iguales y los retoños reaparecen insistentemente, así como la flor azul de los jacarandáes o el aroma de los paraísos. ¡Vamos, a despedir la primavera y festejar entre banda y bandada, de hinchas y de pibes voladores que no hay mejor lugar que copar la cancha para esperar el verano!. Y en una de esas el vuelo se va convirtiendo en vals. Acá estamos, ansiosos,  aguardando “la danza de los pájaros”.

28 de septiembre de 2010

Amandote, Amandote, Amandote

“Algún día verás que me voy a morir amándote, amándote…”. Porque somos portadores de ese ADN, tan glorioso, vital como adictivo. El de la escuela de tantos quijotes futbolísticos, de templarios fundacionales y de  amigos anónimos y atorrantes, que dieron todo, dan todo y seguirán  hasta el instante final…amándote. Porque seguramente llegará ese día en que partiremos livianos de ropa, pero quedará al desnudo el corazón y la sangre celeste, inscriptos en nuestros en piel. Los glóbulos rojos y blancos se harán etéreos, volverán al cosmos y habrá una lluvia de cenizas como luciérnagas bañando el Central Argentino. Lo que no podrán es con nuestras vísceras. Ellas delatan como nada nuestra identidad. Mitre está en nuestras entrañas además del corazón. Y nuestra voz se irá pagando, cuando tenga la certeza que en la edad del cielo, no tronará  el eco del aliento y de los bombos de la “hinchada máxima”, “la ciudad menos algunos”, como nos bautizamos a prueba de hechos.
Y nos iremos en paz, sabiendo que no nos pudieron quebrar ni las envidias, ni los resentimientos, ni los egos. Y que aquellos serpentarios que nos plantaron, todos fueron arrasados por el fuego de esta pasión.
Si de algo moriremos será de amor, no arrojados a los glaciares del olvido. Nosotros no abandonamos. Ni nos enroscamos en la puteada despiadada del maltrato, de quien no cuida lo que ama.
No vamos a desaprovechar la fiesta de los domingos exagerando cada contratiempo. No somos vigilantes, somos gendarmes de un estilo con marca registrada. Somos futboleros, gente de cancha, sanguínea y exigente. Pero conocemos los  límites. El amor al celeste nos pide más y más compromiso. Sabemos de ese hilo delgado que es pasar del amor al odio a la bronca indiscriminada. No nos vamos a permitir caer en el peor de los boicots que es insultar la esperanza. Estamos para edificar la trascendencia de Mitre.
Sin pecar de lirismo ni caer en  pecados de soberbias, vinimos a construir puentes. ¿Cómo?. Haciendo síntesis y resignificando nuestra historia constantemente. La de nuestros próceres del “verde césped” y la de tantos  “Corazones Valientes”. No hay adversidad, capaz de revertir. Hasta ese fantasma “de no salir campeón” que a tantos duele. Son tiempos de grandeza espiritual, de andar unidos, de creer en los creativos. No le hagamos el caldo de cultivo a los que venden con nuestra catátrofe. Ni a tantos otros que miden todo con la vara de los números pero putean cuando los partidos son aburridos. Los que piden poner huevos pero se conmueven cuando aparece un Liti Vera o un Diego Garay. Cuando sentimos como se nos eriza la piel con estas apariciones, como antes fueron el Nata y Pitero Caravanzola, Moncho Darriba, Maneca Salvático, Chaga Fernandez, el Popa Mayorga, Mosca Bonaldi y tantos otros, injustamente no nombrados. Huyamos de los profetas de los miedos que nos hacen ciegos. Hay un mar que se llenó de pecesitos multicolores, cardúmenes que recién están aprendiendo a nadar. La siembra anegó de vida nuestro futuro. Y el futuro es lento pero llega. Defendamos la alegría, de volver a ser.
En este aquelarre de la historia colectiva de Mitre me quedo con los soñadores. Aún arriesgo que me tilden, de fundamentalista del lirismo. No me van a quebrar los pesimistas.
Soy portador de un virus, esa droga con destino refinado y sociable que nació un 14 de febrero de 1951, en los bajíos del humilde barrio “Central Argentino”. Nadie encuentra el antídoto que me cure. Somos muchos en la ciudad. Es por eso que cada mañana, tengo esta sensación,cada día más fuerte que nunca. Me levanté silbando ese himno maravilloso de nuestra hinchada, “Mitre mi buen amigo esta campaña volveremos a estar contigo...”.
Ese es mi lugar. Allí donde nuevas generaciones dicen “siempre vamos estar Celeste" hasta morir. De la mejor manera:  “¡Amándote, amándote, Amándote!”.

13 de septiembre de 2010

Con el pie derecho..

Comenzó el Torneo Clasificación en la zona sur y nuestro equipo arrancó con el pie derecho. En la primera fecha ganamos 6 a 2 ante Alianza Carrilobo en nuestra cancha. Cabe destacar que hizo su debút el nuevo refuerzo Diego Garay con un buen partido asistiendo en varias oportunidades a los delanteros y haciendo lo que sabe hacer con la pelota cuando habia q enfriar el partido. Y el otro destacado del fue que el goleador Patricio Follonier convirtió los primeros 4 goles del equipo, logrando así anotar en el marcador 4 veces por primera vez en su carrera.

El equipo formó de la siguiente manera:
1- Germán Sarmiento
2- Fernando Godoy
3- Leonardo Vega
4- Mateo Juan
5- Ariel Lencinas
6- Fernando Battan
8- Maximiliano Vera
9- Patricio Follonier
10- Diego Garay
11- Dario Gonella
15- Mateo Follonier

Suplentes: 13- Matias Salve; 14- Jorge Tissera; 16- Federico Castillo.
Goles: Patricio Follonier (4); Mateo Juan (1) y Matias Salve (1).
Cambios: Federico Castillo x Mateo Follonier; Matias Salve x Fernando Godoy; Jorge Tissera x Diego Garay.

A continuación dejo tres de los seis goles, filmados por Chuchu Ferreyra desde la hinchada..

5º Gol (Mateo Juan)

4º gol (Patricio Follonier)

6º gol (Matias Salve)


2 de septiembre de 2010

Nuevo Refuerzo - "Diego Garay"


Para encarar esta próxima etapa del año (Torneo Repechaje), nuestro club, con el esfuerzo de jugadores de experiencia, dirigentes, cuerpo técnico y demás, logró concretar a un nuevo refuerzo. Y no es cualquier refuerzo, estamos hablando de un jugador que fue "Idolo" de Talleres de cba, que jugó en Mexico (Atlante, León, Irapuato, Querétaro) y hasta llegó a jugar en Francia. Su nombre es "DIEGO GARAY"
Y cuando digo "Idolo" no estoy mintiendo, porque en estos dias una persona hincha de Talleres me contó una anécdota que decía lo siguiente (con las mismas palabras):
"Te cuento una anecdota: Yo estudiaba en cba. Estaba en la facu y un compañero mio me dijo: -Vamos a ver a Talleres!. -No, le dije, estoy cansado de ver pataduras. El me contestó: -Vamos, hay un jugador que la rompe (Diego Garay), da gusto verlo jugar. Entonces me enganché y fui a ver a Talleres ese año todo el torneo, casi esxclusivamente para verlo a él".
Y para acompañar a esta anécdota podemos hablar del más grande de todos los tiempos... SI, Diego Armando Maradona, que cuando llegó a Newell's Old Boys de Rosario en 1993 dijo, además de pedir jugar con él, que era el único al que le daba un pase y le devolvía la pelota redonda.
A continuación le dejo la ficha de su carrera futbolistica completa y un par de goles, entren y vean.





Torneos de Ligas
Newell Old Boys (Rosario) / (1992-1995)
Talleres (Córdoba) / (1995-1999), (2001-2002), (2007)
Sportivo Belgrano (San Francisco) / (2007-2008)
Racing de Estrasburgo (Francia) / (1999-2000)
Querétaro F. C. (México) / (2002-2003)
Barcelona (Ecuador) / (2003)
Irapuato (México) / (2004)
Atlante (México) / (2004-2005), (2006)
León (México) / (2006)

Resumen Estadistico
Total Argentina........................ PJ: 217 . Goles: 41 . Promedio: 0,19
Total Extranjero....................... PJ: 151 . Goles: 34 . Promedio: 0,23
Total Copas América.................. PJ: 10  . Goles: 1   . Promedio: 0,10
Total FINAL............................. PJ: 378 . Goles: 76 . Promedio: 0,20



Amor Eterno...

Rebobiná… fíjate que cuando él la tira hacia adelante ella vuelve. Como si tuviese un imán, como si ella no quisiera irse, como si estuviera prisionera de su destino, con las cadenas de la prisión perpetua del placer, como si le diera vergüenza estar en otro lado, como si se sintiese sola y desamparada en un lugar distinto y distante de aquel al que el imán la vuelve a cada instante. Fíjate que solamente se siente libre cuando él la coquetea, cuando la acaricia con el interior y de repente, cuando él le ordena que vuele a otra parte, ella necesita estar segura de que él la va a volver a acariciar, de que la va a volver a tocar, a mimar, a amar de la manera que lo hace; en el momento en que ella está segura de que él no la deja de querer y que se separan solo porque el caprichoso juego del que participan implica muchas más personas y cosas que ellos dos, ella se va. Pero fíjate que lo mira de reojo, como suplicándole que no la deje, como queriéndole hacer entender que está desamparada, que se siente agredida cuando esta con otro. Entonces él, que sabe que ella no soporta aquella obligatoria y necesaria separación, la busca y, con sus toques sutiles, rápidos, cortos, acelerados, con su frenético baile sobre el viento, con sus amagues para un lado y para el otro, vuelve a su lado y le habla… y le dice que no se desmorone, que el tiempo es corto para sufrir tanto, que disfrute de su compañía así como él, disfruta de la suya. Entonces él, le dice que está contento de tenerla, que está feliz de compartir con ella los mejores momentos de su vida. Y ella, derretida de pasión y delirante de cariño, se deja querer, se deja mimar, se deja acariciar; entonces él decide que es momento… y ella lo mira fijamente y decide acompañarlo, entonces él deja en el camino los obstáculos que intentan maltratar a su amada compañera y como un amante enloquecido y desvelado de amor y de pasión, la lleva hasta su sitio más seguro y más querido, y elude al portero, y él casi cayéndose se empeña en querer acariciarla para que ella llegue a salvo a su destino, aunque por detrás de él haya un hombre entrándole desesperadamente para que ella no entre y ella pasa la línea de gol, y él observa como ella al pasar la línea de gol se da vuelta para ver si él está bien. Y él se va corriendo a gritar en una esquina, salta con el puño elevado en el cielo perpetuo del sublime momento y cuando se da vuelta… la vuelve a mirar y ella le vuelve a suplicar su compañía.

18 de agosto de 2010

Ese día se pareció mucho al cementerio.

Fue un día que, no sé por qué, lo recuerdo nublado y pálido. Un día que guardo en la memoria como grabado a fuego y que, no sé por qué, me esfuerzo en olvidar; un día que hubiera preferido vivirlo del lado de enfrente; un día en que las explicaciones quedaron enterradas bajo la sombra de tres postes blancos y una línea de cal pintada con desgano. La llegada a la cancha fue una prolongada procesión de pies arrastrados y esperanzas golpeadas, de santos que no escucharon las plegarias y de rostros resignados al filo brillante del verdugo.
Las puertas se abrieron y esta vez no había apuro, las banderas flotaban en el aire con el mismo orgullo que muestra el sentenciado cuando rehusa un último deseo. El verde se veía muy gris, las redes parecían cansadas, el cemento no era más que cemento y los alambrados estaban aburridos por el tiempo que había pasado sin que la alegría los zarandeara.
Pisé el tablón en el mismo lugar de siempre, paso a paso, ese recorrido, que nunca se me había hecho tan largo, parecía retumbar como el eco de aquellas tardes en que las sonrisas y los ojos bien abiertos iban al encuentro de los presentes de siempre.
Subí más alto, a lo mejor porque quería estar un poco solo, a lo mejor porque quería estar más cerca del cielo para sentirme más acompañado.
El partido comenzó como un trámite sencillo, la explosión de la tribuna visitante encontró la respuesta de siempre en la local. Un nudo en la garganta impedía que la tibia brisa de himnos futboleros acompañe los giros de la pelota y las ganas que los jugadores ponían a pesar del horizonte oscuro.
Pasó el primer tiempo y el descanso no sirvió para otra cosa que para gritarnos en la cara que eso no era un sueño. Mirar la camiseta con esos gloriosos colores parecía nublar la vista del más duro. Sentir que los buenos tiempos quedaban atrás emocionaba al más insensible y lo que antes era fiesta, ese día, se pareció mucho al cementerio.
Cuando prácticamente todo había terminado comenzó a llover, o fuí yo que empecé a llorar, no recuerdo; ya sé que los hombres no lloran, pero me parece que ese día aflojé. Estaba sintiendo en cada parte de mí: la pesadilla del hincha. Estaba viendo ante mis ojos como esa maldita tarde inolvidable se hacía realidad. Esa camiseta, esos colores, esas banderas no alcanzaron para secar las lágrimas ni calmar el dolor que venía de no sé qué parte del alma. Y llegaron las palabras más tristes que el enamorado de la pelota puede pronunciar; el equipo, ¿hace falta que lo diga?, el equipo perdío y se alejaban las chances de clasificar; y con esas chances se iba la camiseta, los colores, las banderas, los jugadores, el utilero, el canchero, el boletero, cada pedazo de alambre, las redes, el cemento y toda esa hinchada que poblaba esa cancha cada domingo.
No recuerdo el resultado, pero sé que, no sé por qué partido que se jugaba no sé dónde, la sentencia había sido firmada. Porque el fútbol tiene las postales más coloridas y felices, pero también tiene de las otras. Esas que sólo los que las vivieron en carne propia saben que gusto tienen. Pero faltaba algo, porque siempre hay algo más, porque si bien no recuerdo el día ni tampoco el resultado, no voy a olvidar nunca el tímido susurro que lanzado por el orgullo inundó toda la tribuna; ese que nos invitaba a ver más allá, a pensar en la vuelta, a soñar con el regreso de los buenos tiempos. Ese susurro que terminó en estruendo, ese grito que tuvo más sentido que nunca y que decía: «Yo te sigo a todas partes donde vas, cada vez te quiero más...» Una frase que sólo puede entender el que estuvo en las buenas y en las malas, el que vió como unos simples colores pueden llevarte a la oscuridad de un día en el que todo puede quedarse sin chances, sin campeonato, menos el orgullo de serle fiel a un amor. Un amor maltrecho que aquella tarde me sonrió con resignada mueca melancólica desde la puerta del cementerio.

12 de agosto de 2010


"Y uno se va de novio con la vida desterrando una muerte solitaria, pues sabe que a la vuelta de la esquina hay gente así, tan necesaria."

10 de agosto de 2010

Milonga pa' la Celeste

Aquí me pongo a inventar unos versos pa’ la CELESTE, porque cueste lo que cueste los domingos hay que ganar, manteniendo la humildad y a cada pelota ir a muerte.

La historia de nuestro club recuerda constantemente, que se es hincha si se siente con el alma y corazón. Y gritar “dale campeón” es lo que sueña esta gente.

Es pequeña nuestra casa pero con hinchas de verdad, que alientan sin parar de local o visitante, con bandera o redoblante pero siempre sin callar.

En triunfos están todos en derrotas siempre nadie, eso pasa en otras partes porque MITRE no permite. Se festeja la victoria y si se pierde… se alienta el triple.

Inexplicable sensación mezcla de locura y emoción, que tiñó los corazones de esta humilde y buena gente, en un nítido celeste al igual que nuestro cielo, donde solo otro grande como DIOS dice presente.

Un Domingo de Fútbol...

No es un domingo más, el aire tiene otro perfume, las cosquillas en la panza se hacen eternas y las risas saltan solas. Los silbidos entonan las canciones más lindas jamás escuchadas y allí está ella, planchadita esperando. La abrís y la volvés a observar, sentis su hermosura y la revoleás por encima de la cabeza, das unos saltitos y te sacás el buzo. Ahí está, calza a la perfección en tu cuerpo, te acaricia el alma esa camiseta celeste y blanca que deseabas ponerte, no te importa el sufrimiento, los malos momentos, la querés como siempre, como nunca antes.
Mirás el reloj y falta una eternidad, pero tus nervios se hacen notar en tu estómago. Hay un nudo que te parte el cuerpo en dos partes. Ella se ve cada vez más reluciente en tu pecho, si hasta ese escudo juega con los latidos de tu corazón. Se mezclan para hacerte sentir vivo, para que sientas y palpes lo que es la pasion.
No sos vos, es él. Es Mitre el que te lleva a esto, es el Celeste el que te devuelve el alma después de una semana de sentirte vacío. Ni el colegio, ni nada. El corazón no se divide, no se permuta, no se presta. Él sabe que la pasión es una sola, que siente con un sentimiento único e incomparable.
Las agujas se acercan al punto que deseas. Agarrás la bandera de palo y salís para la cancha. No hay mundo a tu alrededor, sólo voces que imaginás, que se multiplican por cientos y cuando te querés acordar estás como un loco, saltando en el medio de la calle, solo o con un grupo de amigos, con tu hermano o tu viejo.
Caminás y caminás. Cantás, vibrás, viajás en tu propio viaje de placer. Te transportás en la imaginacion que envuelve tu alma celeste. El fuego sagrado de tu pasión se alimenta con el paso del tiempo. Más fieles siguen tu camino, se suman a tus gritos, se entremezclan entre voces desaforadas que se sumergen en multiples sueños e ilusiones.
Ya estás ahí, la cancha se mueve, vibra, toma vida.... La piel se eriza, mirás el cielo a punto de soltar esa lagrima q contenes y agradecés este momento, como en cada partido, como cada vez que esperás que once camisetas celestes salgan a regar el césped de sudor. Ellos levantan los brazos, vos das tu reso y le agradecés a la vida por ser de Mitre. Inflás el pecho, le sonreís al del al lado y esperás el silbatazo inicial. No hay pasión más grande, no hay un sentimiento que pueda explicar este fenómeno. Sólo se sabe que se llama Mitre y que vos sos uno más de los Cientos que sienten lo mismo.